Aveiro, Portugal
Aveiro es una pintoresca ciudad al norte de Portugal, situada a muy pocos kilómetros de Oporto, menos de una hora en coche. Es un destino perfecto para disfrutar de su majestuosa arquitectura, sus canales y playas, en una escapada corta o para pasar varios días.
Está considerada como una ciudad museo, ya que desde principios del siglo XX fue el hogar de la burguesía adinerada, gracias a la floreciente economía de la ciudad favorecida por las salinas, el comercio y la pesca. Esto generó que se construyeran espectaculares viviendas modernistas de estilo “Art Nouveau”, que aún se conservan intactas.
Aveiro es conocida como la “Venecia portuguesa”por los tres canales que cruzan el centro de la ciudad. Está situada en el borde de la Ría de Aveiro, una laguna de agua salada que históricamente ha producido gran cantidad de pescado, así como el cultivo de algas marinas. Actualmente la ciudad es un próspero foco universitario.
La mejor forma de descubrir los canales es navegando en las embarcaciones típicas llamadas moliceiros o mercanteis. (el moliceiro navega por la ría y el mercantel por los canales), por donde se transportaban antiguamente sal, algas y mercancías.
Las embarcaciones recuerdan a las góndolas venecianas, pero con un aire más festivo, con sus proas y popas decoradas en llamativos colores con ilustraciones que reflejan situaciones del día a día, de contenido religioso, profesional, o erótico festivas, siempre desde un punto humorístico, y acompañadas de un breve texto. El paseo en barca tiene una duración de una hora aproximadamente y un precio de unos 15 euros.
A través del recorrido en barca se navega por los tres canales que dividen a la ciudad en dos partes. La parte norte del canal principal que te lleva al viejo barrio de Beira Mar, donde se conservan las tradicionales y coloridas casas de los pescadores y los antiguos almacenes de sal.
Hacia el sur se recorren los edificios históricos de la ciudad, atravesando numerosos puentes decorados con cintas de tela de colores, hasta la antigua fábrica de cerámicas de Aveiro.
La costumbre de poner lazos en las barandillas de los puentes nació en la Universidad de Aveiro. Los alumnos de todo el mundo al terminar sus estudios sellaban su amistad dejando lazos atados en el puente. Esta costumbre se ha ido ampliando a todos los turistas que visitan la ciudad y ahora se pueden comprar cintas en las tiendas cercanas.
Pasear por la ciudad a orillas de la ría y adentrarse en sus encantadores rincones de calles adoquinadas es toda una experiencia. En el barrio antiguo se encuentra el mercado de pescado, preciosas casas coloridas, comercios locales con artesanía de la zona y coquetos cafés.
No dejes de probar los deliciosos “Moles de Aveiro”, un dulce especialidad de la zona, realizado a base de yema de huevo y azúcar dentro de un barquillo fino con forma de barril o de pez.
A solo 12 minutos de la ciudad, podrás disfrutar de las fantásticas playas del Atlántico, en Costa Nova, con amplios arenales, y famosa por sus sus pintorescas casas pintadas a rayas de colores llamadas “Palheiros”.
Estas casas nacieron como almacenes de utensilios para los pescadores locales que faenaban en la zona. Con el paso de los años la playa de Costa Nova se han convertido en una frecuentada zona turística, y estos antiguos almacenes se han ido reformando y reconvirtiendo en residencias vacacionales.
El paseo marítimo de la localidad recorre la Ría de Aveiro, donde en verano se pueden realizar numerosas actividades acuáticas.
La playa de Costa Nova presenta un extenso arenal, siendo aún de una de las pocas playas casi vírgenes que aún no han sido rodeadas de apartamentos y hoteles. Yo la visité en invierno, en un ambiente tranquilo… y me enamoró su maravillosa puesta de sol.
Sin lugar a dudas te recomiendo visitar esta bonita ciudad. Te encantará!!!
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