Bali
Visitar la isla de Bali ha sido mi primera incursión al continente asiático, y tengo que confesar que he quedado maravillada por la belleza natural que posee, la espiritualidad que desprende, los colores y aromas que se perciben, y la extrema amabilidad de sus gentes.
He descubierto un nuevo mundo que me ha enseñado a apreciar la belleza de las cosas más sencillas. Voy a contaros mi experiencia descubriendo el país a través de mis fotografías.
Viajé en el mes de febrero con 2 amigos. El tiempo era perfecto porque evitamos la temporada de lluvias de los monzones. Llegamos al aeropuerto de Denpasar (la capital) después de casi 12 horas de viaje, desde Madrid. Durante los 10 días que permanecimos en la isla visitamos los diferentes lugares con excursiones particulares y guías locales a muy buen precio, tras negociar.
Nos alojamos en el Grand Mirage Resort Thalasso Spa en Tanjung Benoa, al sur de la isla. Un hotel precioso bien acondicionado con varias piscinas y acceso privado a la playa.
Aunque las playas en la isla de Bali no son demasiado paradisíacas, disfrutar del mar en un ambiente tan espiritual se agradece mucho.
Bali es conocida por sus mas de 10.000 templos, algo muy curioso, ya que es una isla muy pequeña. Para los balineses los templos no son solo un lugar de culto sagrado, sino que también son espacios donde se desarrolla la vida social y cultural del país. Los más conocidos que visten a lo largo de mi viaje fueron los siguientes:
Templo Pura Taman Ayun
Se encuentra en la ciudad de Mengwi, cerca de Udub, al suroeste de la isla. Es el segundo templo más grande de la isla, y abarca una superficie de 4 hectáreas. Está construido en una isla situada en un rio, rodeado el interior por un foso, entre hermosos jardines, flores de loto y peces de colores, por eso también se le llama el templo del agua en el jardín.
Perteneció a uno de los reyes de la dinastía Mengwi en 1634. Desde el 2012 esta considerado como Patrimonio de la Humanidad. Es el único centro religioso que mantiene la estructura tradicional balinesa: el meru o pagoda. Está construido en varios niveles, donde destacan tejados en forma piramidal construidos en un material similar a la paja. Los lugareños aseguran que este material sirve para ahuyentar a los malos espíritus.
El templo está rodeado por varios canales anchos y consta de 4 zonas, cada una más elevada que las anteriores espiritualmente. El acceso al templo se realiza a través de un puente que dirige hasta la ornamentada puerta candid bentar, la cual da paso al patio exterior del templo. Desde ahí, se llega hasta un estanque cuadrado con una fuente situada en el centro marcando los puntos cardinales, y se recorren los diferentes espacios.
Los nenúfares que flotan en el canal que rodea el templo son preciosos.
Como sucede en la mayoría de los templos del país, no se puede acceder a las zonas sagradas interiores, aunque sí se puede apreciar toda la parte exterior de jardines, edificios y fosos. La mayoría de los balines profesan la religión hinduista. Las mujeres no pueden entrar en los templos a rezar si tienen la menstruación, porque en ese momento se les considera impuras. Esta anécdota me llamó tanto la atención, que no pude evitar tomar una fotografía con la advertencia..ahí va!
Templo Ulun Danu Bratan
Se encuentra en el pueblo de Bedugul, al norte de la isla, dentro del Lago Bratan, y asentado sobre un antiguo volcán a 1200 metros sobre el nivel del mar.
Fue construido en 1926 y está dedicado a la diosa del agua Dewi Danu. Es lugar de peregrinación de los campesinos que acuden para pedir buenas cosechas por la importancia que tiene el lago en la irrigación de los cultivos de la zona.
Constituye un complejo formado por nueve templos que contienen un total de 285 santuarios dedicados a los dioses del agua, las montañas, la agricultura o la artesanía.
El templo esta demasiado restaurado, y en ciertas zonas presenta un aspecto de parque temático muy turístico, aunque las vistas desde el lago siguen conservando su magia y resultan muy enigmáticas por la neblina que suele rodearlo.
Templo de Pura Tanah Lot
Se encuentra en un emplazamiento inigualable sobre un montículo rocoso en medio del mar, en la costa sureste de la isla.
El templo fue construido por un sacerdote durante el siglo XVI, y está dedicado a los espíritus guardianes del mar y al dios Tanah (dios del mar). Cuenta la leyenda que el lugar está protegido por las peligrosas serpientes marinas que habitan bajo la superficie.
Cuando la marea está alta, la roca en la que se ubica el templo llega a cubrirse casi por completo, pero durante algunas horas al día es posible llegar hasta el templo caminando.
El lugar es un importante punto de peregrinación para los balineses, donde suben a través de una escalera tallada en la roca, para entregar sus ofrendas ataviados con sus trajes tradicionales y una pasión infinita.
Los turistas no tienen permitido subir, pero sí se puede observar a lo lejos, y doy fe de que es una experiencia preciosa e inigualable, especialmente al atardecer cuando la luz del sol es más dorada.
Templo Pura Tirta Empul
Ubicado en el fondo del valle de Sebatu, es un precioso recinto rodeado de aguas sagradas, en plena naturaleza donde los balineses acuden habitualmente a realizarse baños rituales purificadores. También es conocido como el templo del manantial sagrado.
El templo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el 2012. Es un lugar muy especial, tanto por su estructura estética, como por el ambiente espiritual que en él se respira.
Está dedicado a Vishnu, dios hindú de la conciencia suprema. Fue fundado alrededor de un gran manantial de agua hacia el año 962 A.C. Cuenta la leyenda que el manantial fue creado por el rey de los dioses, Indra, quien perforó la tierra para crear un manantial de elixir de la inmortalidad con que recuperar sus fuerzas después de ser envenenadas por el malvado rey Mayadanawa.
Es un lugar con numerosos pabellones, altares llenos de ofrendas que aportan un encanto especial, y diversas piscinas de agua natural.
Para entrar a visitar el templo es obligatorio cubrirse las piernas con un pareo, tanto si eres hombre como mujer. Te recomiendo que lleves siempre uno a mano, o un pañuelo grande. De todas las formas a la entrada te proporcionan uno.
Kintamani es una meseta en Bali que esta en Bangli Regency, al noreste de la isla. Esta zona se encuentra a 1500 metros sobre el nivel del mar. El volcán Kintimani es el más alto de toda la isla, con 1717 metros de altura. Posee un cráter muy grande y profundo. Actualmente permanece activo, su última erupción fue en 1963, y en ocasiones desprende humo y cenizas por su cráter. Desde su cima se puede gozar de unas vistas hermosas de Bali e incluso de la isla Lombok.
En el lado del volcán Batur se encuentra el lago Batur, que es el lago más grande de Bali, con un área de 16 kilómetros cuadrados. Es un lago caldera formado por la erupción del volcán hace unos 29.300 años.
Las vista del lago y del volcán desde Kintamani son preciosas!
Bali es una isla muy fértil donde su clima cálido, sus tierras volcánicas y la abundancia de agua, han permitido que el arroz sea uno de los mejores cultivos, que tiñen de verde esmeralda el paisaje.
Existen gran cantidad de estas plantaciones, situadas en las laderas de las montañas, que poseen un especial encanto, ya que la agricultura en estas zonas es imposible de mecanizar por las condiciones geográficas de su suelo. Esto ha provocado que los campesinos elaboren un sistema de cultivo en terrazas escalonado de irrigación muy interesante e inmensamente bello. El arroz se planta tres veces al año, y alcanza su máximo esplendor antes de la recogida de la cosecha.
La cultura balinesa siempre ha dado gran importancia al cultivo del arroz, hasta tal punto que tienen una diosa llamada Dewi Sri, a quien le ofrecen culto para pedirle buenas cosechas. Para los habitantes de Bali, tanto el arroz como la fruta son vida, porque consideran que alimentan hasta a los mas pobres. Por ello, son muchas las familias que son autosuficientes con sus propios cultivos.
Una visita imprescindible son los Arrozales de Jatiluwih situados bajo el monte Batukaru, en la región de Tabanan, a 2 horas en coche de Ubud. Están considerados los mejores arrozales de Bali, declarados Patrimonio de la Humanidad.
Forman un lugar espectacular con unas vistas de terrazas que nunca terminan entre un paisaje totalmente fascinante rodeado de verdes palmeras. y están considerados para muchos como los mejores arrozales de Bali.
Para visitarlas se pueden hacer diversas rutas perfectamente señalizadas, cuya duración es varía entre 1 y 4 horas. Nosotros la hicimos con un guía que nos explicó todo el proceso del cultivo del arroz y su mantenimiento.
En el pueblo de Tegalalang, a 14 kilómetros de Udud, muy cerca de la carretera principal, se puede disfrutar de unas vistas panorámicas de arrozales preciosas. Estos campos pertenecen a familias que han ido heredando la tradición del cultivo del arroz de generación en generación.
Caminar entre los arrozales balineses y descubrirlos es una experiencia que te conecta con la naturaleza de una forma especial, y que es imprescindible vivirla.
Otro punto fuerte de la agricultura balinesa es el cultivo del café y el cacao. Especialmente del café kopi luwak o café de civeta considerado el más caro del mundo.
Se obtiene de granos que son previamente seleccionados e ingeridos por un curioso animal llamado civeta. Los granos pasan por su tracto intestinal y son expulsados por sus heces. El animal digiere el fruto rojo del café, pero no el grano interno, que es modificado químicamente por las enzimas del estómago del animal, transformando así el sabor. Los granos obtenidos de las heces del animal son lavados y tostados ligeramente en un proceso natural que da como resultado un café de especial sabor y textura arenosa, muy apreciado en el exterior del país.
Yo tuve la ocasión de probarlo, visitando las plantaciones de Cantik Agriculture Luwak Coffee en Gianyar, cerca de Ubud. Me pareció bastante denso, y sin ningún matiz especial...pero para gustos están los colores.
La variedad de frutas y verduras que se cultivan en la isla son inagotables. Explorar los diversos mercados es una aventura muy interesante, llena de sabores y colores.
Una de las mejores formas de adentrarse en la cultura balinesa y de conocer el día a día de los ciudadanos que viven alejados del turismo, es visitar las aldeas. En ellas es posible descubrir las típicas casas tradicionales y su peculiar estructura, que sigue estrictamente un plan arquitectónico tradicional, con el objetivo de crear una armonía con las leyes del cosmo del hinduismo balines.
Aunque el interior de las casas balinesas suele ser bastante sencillo, el exterior y sobre todo las entradas son espectaculares. Además, desde la calle se pueden ver los templos familiares en el interior de los patios.
En la puerta de cada una de las casas se puede ver una placa en la que se indica el número de personas que vive allí, así como los miembros de la familia fallecidos.
Cada una de las parcelas posee diversas edificaciones que salen de un patio central: un templo familiar, un pabellón en el que vive la familia, la cocina exterior, un granero y una edificación para los invitados.
Aunque Bali es una isla que vive del turismo, la mayoría de sus habitantes se dedican a la agricultura, principalmente al cultivo del arroz, café, frutas y verduras. Otros habitantes viven de la pesca, pero una gran cantidad de ellos son artesanos que producen tejidos, tallas de madera, orfebrería y pinturas.
Alrededor del pintoresco pueblo de Ubud se concreta la vida artística del país, con numerosos centros de arte, galerías, museos y mercados de artesanía.
Destacan los talleres de realización de tejidos confeccionados con telares artesanales y la increíble técnica del Batik.
El proceso se realiza de manera manual aplicando capas de cera virgen sobre un tejido, y coloreando las zonas libres consiguiendo una variedad de matices muy bonitos y siempre diferentes.
Desde el 2002 la Unesco proclamó al Batik Indonesio Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Dentro de la cultura balinesa son muy importantes los espectáculos de danza y los rituales tradicionales. Tienen un origen muy antiguos, y son parte de la expresión religiosa y artística de la isla.
Destaca la danza del Barong, que se representa para los turistas en el pueblo de Batubulan, situado entre Ubud y Denpasar.
Los bailarines de Bali aprenden el oficio desde niños, y los movimientos están estrechamente relacionado con los ritmos producidos por el gamelan o agrupación musical tradicional indonesia, que se caracteriza por instrumentos de percusión como metalófonos, xilófonos, gongs, así como flautas de bambú y otros instrumentos de cuerda.
El espectáculo refleja de manera original, entre expresivos personajes y música popular, la lucha perpetua entre el bien y el mal.
Los balineses son un pueblo amable, humilde y muy pacífico. Siempre te reciben con una sutil reverencia y una amplia sonrisa, que se agradece enormemente.
La frescura y dulzura de los niños es maravillosa. Cuando nacen son considerados casi como dioses por la sociedad balinesa. Durante sus primeros 6 meses, no pueden tocar el suelo para no perder su pureza.
Como diseñadora y estilista no podía dejar de hablar del traje tradicional balinés, que se utiliza especialmente en ocasiones formales o las habituales ceremonias que celebran. Tanto hombres como mujeres visten el “sarong”, que es un rectángulo de tela de diferentes colores y estampados enrollado alrededor de la cadera, a modo de pareo.
Las mujeres utilizan una blusa de encaje ajustada (blanca o amarilla) semitransparente, de manga larga, con cuello en V, y cinturón de tela rojo, llamada “keyaba”. Debajo llevan una especie de corsé del mismo color que la blusa llamado “kemban”.
Los hombres, desde los niños a los ancianos, utilizan un particular tocado denominado “udeng”, que es una especie de turbante en diferentes estampados, que personalmente me fascina.
En cada lugar de los pueblos y ciudades siempre hay coloridos puestos ambulantes que ofrecen de todo, desde frutas, bebidas, souvenirs, hasta peces.
Los balineses son gente muy espiritual. Todos los días le piden a los dioses por un buen trabajo y una vida feliz en armonía y familiar. Es muy normal encontrarlos realizando sus oraciones antes de comenzar su jornada laboral.
A cada paso encontramos ofrendas realizadas con hoja de palma y decoradas con flores naturales o arroz. Las colocan en farolas, a la puerta de cada tienda, en las casas e incluso en los vehículos: coches o motos.
Una de las cosas que siempre he querido hacer es dar un paseo en elefante, y en Bali ha sido posible. Aunque en la isla no hay muchos de estos animales, porque vienen de la vecina isla de Sumatra, hay un par de parques que ofrecen excursiones muy atractivas donde los animales son muy bien tratados.
Otra actividad que tenia ganas de realizar, era visitar un típico spa balines para disfrutar de los famosos masajes. Doy fe de que son excelentes...nosotros estuvimos en el Galuh Bali Spa. Ademas como curiosidad decir que me hicieron un tratamiento muy curioso a base de aplicación de incienso en mis zonas intimas que me sorprendió de manera muy positiva....chicas os lo recomiendo.
La comida balinesa presenta interesantes sabores y matices muy diferentes a la cocina mediterránea. Destacan las brochetas de carne o de pollo con salsa de cacahuete, gran variedad de mariscos y pescados con salsas picantes y agridulces, y la conocida pasta de arroz frita.
Los postres también me han gustado mucho, especialmente el plátano dulce frito en harina de maíz, y otros postres a base de coco, arroz y frutas tropicales.
El arroz balines se sirve de guarnición en todos los platos. Tiene una textura compacta y se come con las manos. Evidentemente yo tenia que probarlo...y sí...me gustó experimentarlo así…
- Cuando vayas a comprar trata de regatear.
- Si eres fumador, te recomiendo comprar tabaco allí, porque es baratísimo y de buena calidad. A mí me salió el cartón por unos 15 euros al cambio.
- Contratar un chofer guía por un día entero cuesta unos 50 euros.
- Llevar medicamentos por si acaso; en mi botiquín básico de viajes nunca falta: paracetamol, ibuprofeno, un antidiarreíco y tiritas.Tampoco puede faltar el protector solar y un repelente de mosquitos.
- Beber siempre agua embotellada. Ten cuidado con el hielo porque puede darte diarrea.
- Lleva siempre en tu bolso un pañuelo grande para entrar en los templos. Está mal visto entrar con ropa de baño. Sé respetuoso y cuida el tono de voz.
- Y sobre todo: disfruta e intégrate con la gente del lugar, te vas a llevar una sorpresa por sencillez y alegría.
Definitivamente adentrarme a descubrir la isla de Bali ha sido gratamente positivo. He disfrutado, he aprendido mucho....,y sin lugar a dudas, seguiré explorándo Indonesia porque me aporta mucha paz y me carga las pilas.
Mi mejor recuerdo del viaje en casa es la escultura de madera del dios Ganesha que compré para proteger mi hogar, y no olvidarme nunca de dar las gracias por las cosas buenas que la vida me permite disfrutar.
Hola gente. La verdad es que me han aconsejado que conozca las Playas de Uruguay y quería saber si las conocen y las recomiendan? Saludos.
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